viernes, 14 de febrero de 2020

No era el momento

Fuiste un títere en mi teatro, una apuesta con amigas,
pero eso tú no lo sabías.
Te hice creer que a lo mejor tenía interés,
yo solo quería huir un momento
y tú fuiste la carretera perfecta.

Fuiste cómplice de un crimen que no conocías,
pero me perseguiste por las vías.
Te retrasé la hora para llegar antes,
yo lo veía como un cuento
y tú fuiste la anécdota perfecta.

Madrid se convirtió en un laberinto un lunes por la tarde,
con gente tropezándose y bares de malasaña vacíos.
Mi voz se puso rebelde y el chiste se contó solo.
Las horas pasaban demasiado lento.

No tener miedo a tener miedo,
viajar en escalas,
reír sin gracia
y despedirnos con frío.

Fuiste todo lo que no quería que me hiciesen,
pero contigo me dio igual.
Te dejé en leído un par de veces,
yo no tenía el valor suficiente para decir adiós
y tú al final lo escuchaste.

Madrid fue testigo, de lo mal que me porté contigo,
con rencor por un dolor ajeno.
Mi plan nunca fuiste tú, no era el momento.
Gracias por creer que sí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios siempre equivalen a una sonrisa, ¿te atreves?