Son dos horas largas de espera, de mirar por el rabillo del ojo y suspirar
y no te das cuenta.
A lo mejor me despierto antes, con más ganas o un lunes no me parece tan horrible
y no te das cuenta.
Es que a ti no te sonrío como a los demás
y no te das cuenta.
Ando pendiente de que vuelvas
y no te das cuenta.
Estás en mis letras, canciones y versos
y no te das cuenta.
Hay canciones con tu nombre
y no te das cuenta.
Seguramente no te imaginas que venir a hablarme es el tema de conversación con mis amigas,
que por una palabra tuya hasta me compraría tabaco,
te preguntaría qué tal estás,
pero qué tal estás de verdad.
Y querría que riésemos,
solo un poquito más.
Mientras pienso en qué decirte
tú sales a fumar
y me quedo quieta
por si por un segundo
te vuelves a girar.
Y me doy cuenta
de que sí te has girado.
Y me doy cuenta
de que me has buscado.
Y me doy cuenta
de que me estás gustando.
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